lunes, 7 de septiembre de 2009

¡ Feliz Año Nuevo!


Nos encantan los buenos propósitos.

Hace unos días escuché en un programa de radio que el verdadero año nuevo comienza el 1 de Septiembre. Sin pensarlo demasiado le encontré todo el sentido del mundo a esta afirmación. El final de las vacaciones, el comienzo del trabajo, el nuevo año escolar, el próximo curso de instituto, el tercer año de Facultad, los nuevos programas y las nuevas caras en nuestra maravillosa programación televisiva, caras nuevas para decir exactamente lo mismo, los miles y miles de coleccionables que rebosan en nuestros kioscos (aprenda hacer ganchillo con los ojos cerrados, maravilloso), la pandemia del llamado Síndrome Postvacacional, etc Por lo tanto podría decirse que Septiembre es el verdadero comienzo de un año nuevo. Como buen comienzo de año, en este querido mes se nos acumulan los buenos propósitos, muchos de ellos derivados de los excesos acometidos durante nuestro periodo vacacional.
Dejar de fumar, apuntarse al gimnasio, hacer dieta, intentar comer mejor, estudiar todos los días, que no se acumule el trabajo y un larguísimo etcétera forman parte de los más comunes y tópicos propósitos que año a año nos formulamos y que entran a formar parte como las auténticas Mentiras Universales. La falta de consciencia y constancia nos harán que vayamos olvidando tales propósitos e ir guardándolos en el fondo del armario. Siempre que estén a mano, pues nos harán falta a final de Diciembre y principios de Enero. Nunca nos abandonarán, siempre podremos contar con ellos.

Septiembre si nos lo proponemos puede ser un mes perfecto para reorganizar nuestras vidas, incluso mucho mejor que nuestro adorado Enero ( Enero podría decirse que está todo organizado de antemano). Eso sí, Septiembre en un mes de síndromes, no nos basta con la Gripe A sino que también la población padece el Síndrome Postvacacional, los síntomas son muy evidentes y se basan sobre todo en que nos da una pereza tremenda dejar la playa para irnos a trabajar, síndrome totalmente comprensible pero muy difícil de tratar. Los Psicólogos dictaminan que tal síndrome necesita tratamiento, qué duda cabe. Personalmente este año me he librado por los pelos de padecer tan penoso desorden, puesto que no he tenido nade de vacaciones y por lo tanto la vuelta a la rutina se me hace más liviana. También hay que decir que este Síndrome no le afecta a todo el mundo, puesto que para mucha gente este mes lo encara con muchas ganas y con fuerzas renovadas.

Una de las cosas primordiales que tenemos que tener en cuenta a lo hora de establecer nuevos propósitos es que éstos sean factibles y reales. El nuevo propósito no se conseguirá solo, por lo que nuestra constancia y voluntad deberán estar presentes. La palabra inmediatez deberá ser tenida en cuenta, nos gusta que las cosas sean inmediatas y esto en la mayoría de los cosas no es así (en este aspecto podríamos excluir a los eyaculadores precoces), todo requiere de un tiempo, los propósitos deberán ser considerados dentro de un medio o largo plazo.

En el caso de los llamados propósitos del nuevo año, el abandono o la no consecución de tal propósito (esto es una apreciación personal), ni si quiera genera una ansiedad o sensación de fracaso, ya que son tantas las ocasiones y es tan liviano el trabajo que hemos empleado en conseguirlo que fácilmente nos olvidaremos de ellos. Son tantas las veces que nos lo hemos propuesto que los hemos interiorizado que forman parte de nuestra vida y más que otra cosa se convierte en una costumbre.
Este mes es ideal para empezar a cuidarse y por lo tanto intentar comer lo más saludable posible. Sería de lo más inteligente que uno de los nuevos propósitos fuera el desayunar todos los días. El hábito de un buen desayuno únicamente tendrá consecuencias positivas y el enfoque con el cual encaremos el día a día será totalmente diferente.

En un intento de depurar nuestro maltrecho organismo que ha sido víctima del también conocido Síndrome Del Chiringuitofrito, vamos a intentar que nuestra alimentación sea lo más variada posible. En la variedad está la riqueza (la monotonía es desaconsejable en casi todos los aspectos de nuestra vida, en la alimentación también). No podemos olvidarnos del pescado, las legumbres, las hortalizas y verduras, la fruta fresca, los cereales, frutos secos etc. También deberemos concienciarnos que la forma de cocción de los alimentos juega un papel muy importante y por tanto la variedad en las técnicas culinarias será muy positivo. Un hábito tan agradable como saludable es la merienda, no nos podemos olvidara de esta toma, perfecta para incluir fruta y cereales. Por supuesto no olvidarse de la cena, una cena ligera un par de horas antes de irnos a la cama. Muy importante y que la gente suele confundir; cenar ligero No es equivalente a no cenar. La cena forma parte de nuestras tomas diarias.
Para redondear la jugada y empezar el nuevo curso vital lo más saludable posible, nuestra alimentación deberá ser acompañada de una actividad física en un principio ligera pero siempre constante. Aún más importante para personas que por circunstancias lleven una vida sedentaria. El sedentarismo es un enemigo que deberemos combatir día a día. Lo agradeceremos.


Nada más, a modo de inclusión en este nuevo curso (uno de mis propósitos es el de actualizar el blog), no me extiendo más. Tengo una lista con muchos propósitos sin cumplir y espero ir tachándolos de la lista poco a poco.

Muchas gracias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

super entrada inicial de curso!!!
como se van notando las pinceladas psicológicas, eh??? me encanta!!
buen humor, buenos consejos y buenos propósitos!! :))
se ha hecho esperar, pero ha merecido la pena!! muy buena entrada!

PD: unas navidades... jajaja!!

un besazo!!